Me siento mal por no haber escrito antes, siento que traiciono a mis amigas cuando no lo hago; pero a veces creo que lo que digo no tiene sentido o que carece de interés para otros. Ayer le dije a Laura que no escribía porque no sabía de qué, pero lo cierto es que hay de tantas cosas que platicar que hasta yo me sentí estúpida diciendo ese pretexto. Por eso les voy a platicar una súper historia de amor, una de mis favoritas, que me llevó a escribir un cuento, mismo al que le puse un final que al final no resultó cierto. Se trata del príncipe azul y la princesa desdichada, y esa era yo, y el un trovador despistado y con una sola gracia: su sonrisa, que no es la mejor del mundo, pero me gustó y después no pude decir que no. De hecho tengo un problema con eso de decir no, debo practicar: no, no, no, bueno está bien no es el momento, ¡dije nooooo!, bueno en fin, el punto es que los protagonistas (ósea nosotros) “luchamos” por nunca estar juntos, aunque pretendíamos que hacíamos lo contrario, en realidad me empeñaba en arruinarlo todo, claro el también lo hacía, por qué no lo se, no se hagan preguntas capciosas. El punto es que esa era una historia que ahí estaba, esperando que llegara el hermoso final, como en mi cuento que algún día les mostraré, o sólo un final como en la vida real: soso, aburrido y sin más. Para mí era el escape de muchos errores amorosos, siempre volvía al trovador cuando algo no me salía como esperaba, y el sólo volvía a mí cuando yo lo buscaba que era cuando algo no salía bien (jaja). En fin ayer me dijo que ya tenía novia, y me dolió, creo que fue el orgullo porque conmigo no se animó, y se que no es que me duela su noviazgo porque sinceramente no es así, es que tuve que acabar mi historia de reserva, y además era la historia más romántica que tenía. Pero además el dijo algo como que se arrepentía por no haberse dado una oportunidad conmigo, eso a mí me sirve de poco… y terminó la conversación con un “el destino nos dará la revancha” y un emoticon que simulaba un besotototee. Para ser sincera al destino le caigo mal, o no, más bien él me cae mal a mí, no nos soportamos, nos tratamos mal, por eso no le contesté nada. No se cuanto les pueda importar esto, pero la mejor forma de escapar es escribiendo, para mí, y aprovecho para decir que por aquí ando, que no los olvido, y que mi tinta sigue viva, con una tontería como ésta, pero aquí estoy. Espero no desaparecer nuevamente, no prometo nada, porque después me esclavizo. Gracias por leerme, si es que lo hicieron, bye.
Làgrima
Làgrima
Alexiita
