*¡Bienvenidos al exilio!*
¿Estaremos exentos del complot?
lunes, 29 de enero de 2007
Somos 3
Somos exiliadas, somos tres mujeres que buscamos trascender, llegar tan alto y tal lejos, sobrepasar los límites que las personas nos impongan, romper sus mascaras y develar su verdadera esencia. Revivimos tantas veces como nos asesinen, buscamos dejar algo aunque sea tan sólo un cuento. No pretendemos venganza, pero ¿por qué no, callarle la boca a todos aquellos que nunca tuvieron fe en nosotras?. Somos exiliadas, somos tres esencias tan distintas pero tan semejantes, tan reales como imaginarias, tan únicas, tan simples y a la vez tan complicadas. Somos nómadas, que anhelan un camino propio, sin seguir ideas, ni siquiera seguir al propio destino. Somos amigas, pero no somos semejantes, cada una tenemos experiencias distintas, traumas diferentes, fobias, antiguos amores, somos nuestras causas y nuestros efectos los cuales se ven impresos en nuestra manera tan particular de ver la vida, nuestro estilo. No pretendemos ser idénticas, ni a nosotras mismas ni a nadie y aunque somos diferentes sí hay en nosotras conjunción de vivencias, de sueños, de ideales. Somos 3 mujeres con tanta pasión por lo que hacemos, con tantas desilusiones, con tantas puñaladas que la raza humana se ha empezado en darnos, pero a la vez con tantas alegrías e ilusiones, somos 3 Massiel Diana y Laura.
Sin definición Massiel es tan divertida, tan joven, aterrada de que la primara arruga haga aparición en su bello rostro. Ella tan crítica, tan mordaz, tan compañera, capaz de poner a otros antes que ella misma, tan leal. Así como no soporta las arrugas, tampoco el fuego y mucho menos perder, “ella nunca pierde”. Su corazón es tan grande que puede darla cabida a sus amores, su Alex Sanz, su Ángel, su amigo inseparable Joselito, y a todos aquellos que le llamen a las 3 de la mañana y a cuando psico conoce o incluso no conoce,(“¡amiga alguien normal por favor!”). No hay nadie que pueda darle al martes, un matiz todo rosado. Ella es así, sin mascaras al menos para quien la conoce bien, con ella sólo hay dos caminos, o quererla mucho u odiarla más, quizá por eso ella es una exiliada.
Diana, ella es un OVNI, al menos así nos lo hizo saber un día en la cafe de la escuela. Ella es quizá la menos definible. Es buena amiga, compañera, ella es inteligente, no digo que Massiel ni yo no lo seamos, ella es tan descriptiva, con sus palabras pinta escenarios. La mayoría del tiempo la acompaña la melancolía, a veces la soledad, pero otras tantas una alegría que hace que nosotras nos olvidemos de los problemas y nos pongamos a reír, saca puntadas tan extrañas que sólo nostras comprendemos, como su gusto a la cerveza y aunque nos vayamos ya del antro, hace el intento por tomarse el último trago, aunque la botella ya no tenga, cabe aclarar que no es alcohólica, no queremos malas interpretaciones, sólo son momentos que se presentan en nuestra convivencia, los cuales son bellos recuerdos. Ella es así tan sincera, parece que todo le da igual, (ja creo que todo le da igual), y el semestre pasado a cada rato nos decía que se quería morir “Maldito mundo” o algo por el estilo, aunque en varias ocasiones nos decepcionó (no es cierto Dianiux). Aunque ella lee mucho, no tiene un autor definido, creo que es normal yo tampoco lo tengo, pero que digo yo si no soy precisamente sinónimo de normalidad, pero ya después hablare de mi. Diana tiene su gúru, o su Dios, depende de cómo ella lo defina, la última vez fue “Mi Dios Meza”, por lo poco que sé de él, es un cantante, compositor o ambas, Diana ya se encargara después de especificarlo, pero por lo que sé, creo que es diferente al Alex de Massiel. Diana también es muy crítica, pero es parte de las características que compartimos, quizá sólo por eso entre nosotras nos comprendemos o por lo menos hacemos el intento, ella es entregada, escéptica, eso la hace ser una exiliada. 
Laura, mmm esa soy yo, pero ¿cómo poder hablar de mi sin perderme de la realidad?, vaya trabajo. Bueno yo soy creo, que una buena amiga, sino no tendría a Massiel y Diana junto a mi, sé que soy entregada, me apasiona lo que hago y lo que estudio aunque la desidia y el desinterés aparezcan de vez en cuando. Soy egocéntrica, vanidosa, a veces insufrible y otra poco soportable. La soledad, y la tristeza me fastidian, como el fracaso, por eso trato de reírme siempre, de luchar, de caminar para trascender. Creo que soy la consecuencia de mis actos, también creo ser un conejito bonito, orejón y saltarín, aunque Diana diga que soy un tlacuache feo que parece rata. Trato de ser honesta, trato de ser buena amiga, ser sincera, y de no lastimar a las personas con mis palabras que de pronto son hirientes. Mis amores son mi familia, un pato, y mi Silvio Rodríguez, creo también tener un ángel. Tengo un sueño y lucho por ellos por eso me han exiliado, no importa creo ser un comodín en un mazo de cartas.
Somos 3 mujeres que emprenden un camino, que el destino no traza, sino nostras mismas, con aciertos, con fallas, con lagrimas, con risas, con las canciones de Paquita la del Barrio o Rocío Durcal, con estilo o sin él aquí estamos, somos 3 exiliadas pero ya exentas de complot.
Sin definición Massiel es tan divertida, tan joven, aterrada de que la primara arruga haga aparición en su bello rostro. Ella tan crítica, tan mordaz, tan compañera, capaz de poner a otros antes que ella misma, tan leal. Así como no soporta las arrugas, tampoco el fuego y mucho menos perder, “ella nunca pierde”. Su corazón es tan grande que puede darla cabida a sus amores, su Alex Sanz, su Ángel, su amigo inseparable Joselito, y a todos aquellos que le llamen a las 3 de la mañana y a cuando psico conoce o incluso no conoce,(“¡amiga alguien normal por favor!”). No hay nadie que pueda darle al martes, un matiz todo rosado. Ella es así, sin mascaras al menos para quien la conoce bien, con ella sólo hay dos caminos, o quererla mucho u odiarla más, quizá por eso ella es una exiliada.
Diana, ella es un OVNI, al menos así nos lo hizo saber un día en la cafe de la escuela. Ella es quizá la menos definible. Es buena amiga, compañera, ella es inteligente, no digo que Massiel ni yo no lo seamos, ella es tan descriptiva, con sus palabras pinta escenarios. La mayoría del tiempo la acompaña la melancolía, a veces la soledad, pero otras tantas una alegría que hace que nosotras nos olvidemos de los problemas y nos pongamos a reír, saca puntadas tan extrañas que sólo nostras comprendemos, como su gusto a la cerveza y aunque nos vayamos ya del antro, hace el intento por tomarse el último trago, aunque la botella ya no tenga, cabe aclarar que no es alcohólica, no queremos malas interpretaciones, sólo son momentos que se presentan en nuestra convivencia, los cuales son bellos recuerdos. Ella es así tan sincera, parece que todo le da igual, (ja creo que todo le da igual), y el semestre pasado a cada rato nos decía que se quería morir “Maldito mundo” o algo por el estilo, aunque en varias ocasiones nos decepcionó (no es cierto Dianiux). Aunque ella lee mucho, no tiene un autor definido, creo que es normal yo tampoco lo tengo, pero que digo yo si no soy precisamente sinónimo de normalidad, pero ya después hablare de mi. Diana tiene su gúru, o su Dios, depende de cómo ella lo defina, la última vez fue “Mi Dios Meza”, por lo poco que sé de él, es un cantante, compositor o ambas, Diana ya se encargara después de especificarlo, pero por lo que sé, creo que es diferente al Alex de Massiel. Diana también es muy crítica, pero es parte de las características que compartimos, quizá sólo por eso entre nosotras nos comprendemos o por lo menos hacemos el intento, ella es entregada, escéptica, eso la hace ser una exiliada. 
Laura, mmm esa soy yo, pero ¿cómo poder hablar de mi sin perderme de la realidad?, vaya trabajo. Bueno yo soy creo, que una buena amiga, sino no tendría a Massiel y Diana junto a mi, sé que soy entregada, me apasiona lo que hago y lo que estudio aunque la desidia y el desinterés aparezcan de vez en cuando. Soy egocéntrica, vanidosa, a veces insufrible y otra poco soportable. La soledad, y la tristeza me fastidian, como el fracaso, por eso trato de reírme siempre, de luchar, de caminar para trascender. Creo que soy la consecuencia de mis actos, también creo ser un conejito bonito, orejón y saltarín, aunque Diana diga que soy un tlacuache feo que parece rata. Trato de ser honesta, trato de ser buena amiga, ser sincera, y de no lastimar a las personas con mis palabras que de pronto son hirientes. Mis amores son mi familia, un pato, y mi Silvio Rodríguez, creo también tener un ángel. Tengo un sueño y lucho por ellos por eso me han exiliado, no importa creo ser un comodín en un mazo de cartas.
Somos 3 mujeres que emprenden un camino, que el destino no traza, sino nostras mismas, con aciertos, con fallas, con lagrimas, con risas, con las canciones de Paquita la del Barrio o Rocío Durcal, con estilo o sin él aquí estamos, somos 3 exiliadas pero ya exentas de complot.
Maya
Maya
domingo, 28 de enero de 2007
¿Exiliadas?
Exiliar es, para muchos, expulsar a alguien de su país principalmente por problemas políticos, y eso es, pues eso asegura la real academia de la lengua. Pero nosotras buscamos la palabra perfecta para identificarnos, para caracterizarnos y diferenciarnos de la masa que nos rodea y que por razones, ajenas a nosotras, parecerían vivir en otro país. Obviamente, no podemos exigir que nos den la razón, tampoco es que piense que la tenemos, y pues el mundo no puede estar equivocado y nosotras tres estar bien, o tal vez sí, pero seguiré las normas normales (jaja) y diré que probablemente estemos mal y por ese motivo somos exiliadas. En un post anterior Diana hablaba sobre el destino, y entre líneas trató de explicar cómo y cuándo llegó la amistad a nosotras, pues en realidad cuando nos conocimos éramos de tres grupos distintos, y sí así era hasta que los caminos de la vida, como en la canción, nos terminaron uniendo, pero no puedo decir qué paso, primero porque no lo sé y, segundo porque la idea me encanta. Ser exiliada me ha dejado muchas cosas, en primera dos grandes amigas, que son como yo, no en todo, pero que dentro, muy dentro, en ese lugar que se llama corazón comparten sentimientos conmigo. He aprendido a derrumbarme, aunque suene raro, y levantarme sola con la única seguridad de que dos personas en este mundo creen en mí (con eso no quiero decir que otras personas no lo hagan) y no terminaría de decirles cual es la razón por que estoy feliz de formar parte de estas exiliadas, porque a pesar de que se escuche extraño, estar dentro de cualquier grupo en el que no estuvieran Diana y Laura sería peor que estar exiliada. Hace unos meses, la vida nos mostró que cualquiera te puede dar una puñalada por la espalda, pero gracias a Dios estuvimos juntas y supimos reírnos de la situación, como seguramente lo hacemos de todo. Yo tampoco puedo juzgar al destino, porque no terminaría de entender muchas cosas, pero lo que sí se es que he sido exiliada toda la vida, y en el camino del exilio las encontré… gracias chicas por estar en mi vida, debo decir que son dos grandes escritoras que admiro, y que estoy segura serán dos grandes periodistas, pero más que eso dos grandes personas a las cuales amo con todo mi corazón. ¡Vamos al exilio, a trabajar exiliadas! (jeje)
Exiliar es, para muchos, expulsar a alguien de su país principalmente por problemas políticos, y eso es, pues eso asegura la real academia de la lengua. Pero nosotras buscamos la palabra perfecta para identificarnos, para caracterizarnos y diferenciarnos de la masa que nos rodea y que por razones, ajenas a nosotras, parecerían vivir en otro país. Obviamente, no podemos exigir que nos den la razón, tampoco es que piense que la tenemos, y pues el mundo no puede estar equivocado y nosotras tres estar bien, o tal vez sí, pero seguiré las normas normales (jaja) y diré que probablemente estemos mal y por ese motivo somos exiliadas. En un post anterior Diana hablaba sobre el destino, y entre líneas trató de explicar cómo y cuándo llegó la amistad a nosotras, pues en realidad cuando nos conocimos éramos de tres grupos distintos, y sí así era hasta que los caminos de la vida, como en la canción, nos terminaron uniendo, pero no puedo decir qué paso, primero porque no lo sé y, segundo porque la idea me encanta. Ser exiliada me ha dejado muchas cosas, en primera dos grandes amigas, que son como yo, no en todo, pero que dentro, muy dentro, en ese lugar que se llama corazón comparten sentimientos conmigo. He aprendido a derrumbarme, aunque suene raro, y levantarme sola con la única seguridad de que dos personas en este mundo creen en mí (con eso no quiero decir que otras personas no lo hagan) y no terminaría de decirles cual es la razón por que estoy feliz de formar parte de estas exiliadas, porque a pesar de que se escuche extraño, estar dentro de cualquier grupo en el que no estuvieran Diana y Laura sería peor que estar exiliada. Hace unos meses, la vida nos mostró que cualquiera te puede dar una puñalada por la espalda, pero gracias a Dios estuvimos juntas y supimos reírnos de la situación, como seguramente lo hacemos de todo. Yo tampoco puedo juzgar al destino, porque no terminaría de entender muchas cosas, pero lo que sí se es que he sido exiliada toda la vida, y en el camino del exilio las encontré… gracias chicas por estar en mi vida, debo decir que son dos grandes escritoras que admiro, y que estoy segura serán dos grandes periodistas, pero más que eso dos grandes personas a las cuales amo con todo mi corazón. ¡Vamos al exilio, a trabajar exiliadas! (jeje)
ALexiita
Alexiita
