domingo, 23 de marzo de 2008
La independencia, y después?
Por: Claudia Williams

Con el apoyo de Washington y la Unión Europea, Kosovo declaró la independencia que había estado esperando desde hace casi diecisiete años, cuando se avecinaba la desintegración de Yugoslavia. Kosovo intentó independizarse de Serbia por primera vez en 1991, a lo que le siguió una atroz guerra plagada de limpiezas étnicas por parte de los Serbios y los kosovares, musulmanes de origen étnico albano.

Perder Kosovo es para los serbios como perder sus raíces. La provincia alberga monasterios levantados en honor de los santos de la iglesia ortodoxa serbia, quiénes además fueron los carismáticos líderes del país en la época medieval. Kosovo también es el lugar en el que los serbios, después de vivir años bajo el yugo de los otomanes, lograron contener la expansión de los turcos en su territorio en 1389.

Kosovo ha estado bajo la jurisdicción de las Naciones Unidas desde 1999 después de que la OTAN hizo una intervención para detener la violenta represión que Slobodan Milosevic lidereaba en las provincias étnicas Albanas.

A partir de ahora la Unión Europea desplegará sus tropas para vigilar la seguridad y encaminar el despertar del nuevo estado. Los kosovares esperan que un alto grado de autonomía y protección en los enclaves minoritarios de la provincia garanticen la estabilidad, aunque se esperan rachas de furia por parte de los serbios.

Serbia argumenta que la declaración unilateral de independencia por parte de Kosovo supondría una violación del derecho internacional e incentivaría los movimientos secesionistas en todo el mundo. Siguiendo el mismo razonamiento, Rusia y algunos países miembros de la Unión Europea como España, Grecia, Chipre, Rumania y Eslovaquia, quiénes lidian con movimientos separatistas dentro de sus fronteras, no simpatizan con la independencia de Kosovo.

Por el momento, Serbia ha puesto de lado las negociaciones para formar parte de Unión Europea y su estrategia hasta ahora ha sido buscar ayuda de Rusia, así como seguir los principios de derecho internacional respecto a la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que reconoce explícitamente la soberanía Serbia sobre Kosovo. Sin embargo, poco logrará alcanzarse.

En el plano económico, Kosovo está negado a cualquier tipo de actividad productiva por lo que parece tendrá que sobrevivir del turismo, comercio, servicios y las remesas de los miles de albanos que en la diáspora se establecieron en Suiza, Alemania, Bélgica o Estados Unidos. El 60 por ciento de la población económicamente activa se encuentra desempleada y también el 60 por ciento de los Kosovares tienen menos de 25 años y muy pocas posibilidades de soñar con una vida estable en su país.

De ahora en adelante, Kosovo será el estado más joven de la unión europea y de acuerdo a la revista Le Monde Diplomatique también el más moderno, ya que experimentará dos formas inéditas de organización política basada en una soberanía muy limitada y de un nuevo tipo de protectorado internacional.

¿Qué le espera al Kosovo independiente si permanecerá en un esquema de limitada movilidad y tiene tan pocos escenarios de viabilidad económica